Tener miedo de moverse en su propia ciudad restringe la vida de millones de mujeres en ciudades de todo el mundo; la situación es tan grave, que para la mayoría de casos la pregunta adecuada para usuarias de sistemas de transporte público no es si alguna vez han sido víctimas de acoso sino cuándo fue la última vez que fueron acosadas. Poder Violeta es un videojuego que estimula empatía hacia las víctimas de este problema, creado con una metodología de diseño participativo. Este es el resultado del trabajo de un equipo de colectivos feministas y mujeres víctimas de acoso sexual, y un grupo de académicos, programadores y artistas de la Universidad Javeriana en Bogotá. Proyectos como este son necesarios, pues además de motivar reflexiones sobre el acoso sexual, vemos que la creación de videojuegos aún es un campo con escasa participación femenina y las representaciones de la mujer en este medio suelen encasillarse en visiones machistas.